lunes, 23 de marzo de 2020

CONOCIENDO LA HISTORIA 1°AÑO


APRENDIENDO LA HISTORIA

1. ¿Qué es la historia?
La Historia es una rama de las ciencias sociales que estudia la evolución y acontecimientos vividos por el hombre a lo largo del tiempo, incluida la etapa de la prehistoria. El conocimiento del pasado es fundamental para poder entender el presente como resultado de un largo proceso de transformaciones culturales, sociales, políticas y económicas. Conocer el pasado nos ayuda a tener una visión crítica de los hechos y nos permite analizar el mundo en el que vivimos con mayor libertad. El ser humano es el protagonista de la historia pero no debe ser estudiado como individuo aislado, sino en el contexto de la sociedad en la que vivió.

1.1. Sus fuentes.
Para reconstruir el pasado los historiadores utilizan fuentes históricas, es decir, documentos, objetos o testimonios que nos transmiten el conocimiento total o parcial de los hechos que sucedieron. Podemos distinguir dos tipos de fuentes históricas:
Fuentes directas (o primarias): Nos transmiten la información sin necesidad de intermediarios. En el caso del estudio de la prehistoria se recurren a ciencias como la paleontología, que estudia los restos óseos de seres del pasado (fósiles). O la arqueología, que reconstruye el pasado a través del estudio de los objetos, utensilios y monumentos de la antigüedad.
Fuentes indirectas (o secundarias): Son aquellas en las que sí hay intermediarios en el registro de la información. Y la persona que expone los hechos (no los vivió en primera persona) introduce elementos de interpretación.

2. Las etapas de la Historia.
Para situar en el tiempo un acontecimiento concreto del pasado empleamos la cronología, que utiliza diferentes unidades:
Año: 365 días
Lustro: 5 años
Década: 10 años
Siglo:100 años
Milenio:1000 años
En Europa y en los países de cultura occidental, el punto de referencia temporal es el nacimiento de Cristo (año 1). Los hechos ocurridos antes de esta fecha se datan a.C (antes de Cristo) y los que sucedieron después, d.C (después de Cristo). Por ejemplo, el filósofo Platón murió en el año 347 a.C. y el emperador romano Octavio Augusto lo hizo en el 14 d. C.

Otro eje fundamental de la historia es el espacio. Debemos recordar que la comprensión de la Historia siempre requiere determinar cuándo y dónde se desarrollan los hechos: el tiempo y el espacio. Desde el punto de vista de la cronología (tiempo) y para facilitar el estudio del pasado, los historiadores han dividido la historia de la humanidad en períodos llamados edades.


El que nos ocupa en este tema inicial es la Prehistoria, que es la etapa de la humanidad que va desde la aparición de los primeros homínidos hace 2,5 millones de años hasta el descubrimiento de la escritura hacia el 3.500 a.C. Al ser un período de tiempo tan largo se divide, a su vez, en tres subperiodos: paleolítico, neolítico y edad de los metales.
3. Los primeros seres humanos.
Entre aproximadamente 7 y 5 millones de años se produjo la división entre la evolución humana y la de los chimpancés. Lamentablemente los restos fósiles que nos permiten explicar este proceso son muy escasos y controvertidos. Pero todos tienen unas características comunes que los definen: son bípedos, de reducido tamaño, diferencia física entre machos y hembras (dimorfismo sexual), viven en zonas boscosas, poseen un esmalte dentario grueso, un ligero crecimiento del cráneo y una reducción de los dientes caninos.
Llamamos hominización al largo proceso por el que la especie humana se fue diferenciando de los demás primates y adquiriendo unas características propiamente humanas. Los primeros homínidos aparecieron en África y desde allí colonizaron el resto del planeta. Al principio eran vegetarianos, pero debido a los cambios en el clima tuvieron que incluir la carne en su dieta y esto permitió el aumento del tamaño del cerebro.
En la actualidad, los restos de homínidos más antiguos conocidos y que comenzaron a caminar erguidos se remontan hasta los 6 millones de años como el Orrorín el Ardipithecus Ramidus (5,7 millones de años) o el Australopithecus Anamensis (4,2 millones de años).

·     ·    Hace unos 4 m.a. apareció en África el Australopithecus afarensis, un homínido que ya tenía una posición bípeda, es decir, caminaba erguido y se alimentaba de plantas, frutos, e incluso carroña.
·         El Homo Habilis, vivió hace unos 2,3 m.a., fabricaba sus propias herramientas de piedra y se expandió desde la actual Etiopía a todo el continente africano.
·         Hace alrededor de 1,8 m.a. apareció el Homo Erectus que fabricaba instrumentos más complejos y consiguió dominar el fuego y se extendió por África, Europa y Asia.
·         Hace 780.000 años apareció el Homo Antecessor; antecesor común del Hombre de Neandertal y del Hombre de Cromagnon. El Neandertal vivió en una época glacial y convivió con el Homo Sapiens, pero acabó extinguiéndose hace unos 25.000 años.
·         Hace 195.000 años apareció el Homo Sapiens, nuestra especie actual. Con una mayor capacidad craneana, y con la capacidad de desarrollar unos complejos sistemas simbólicos en los que basaron sus sociedades.





LAS INVASIONES BÁRBARAS 2°AÑO


LAS INVASIONES BÁRBARAS Y LOS REINOS GERMÁNICOS

LAS GRANDES INVASIONES

 A lo largo  de los siglos IV y V, el mundo romano debió afrontar la embestida de los pueblos germanos llamados "bárbaros". Incapaces de rechazarlos, los emperadores intentaron infructuosamente asimilarlos al Imperio hasta que este  agotada su capacidad de resistencia, se derrumbó definitivamente en su región occidental en el año 476.  De este complejo fenómeno emergió una nueva realidad, el Occidente romano - germánico, y una nueva fase histórica: la Edad Media.




Los romanos llamaron "bárbaros" a todos los pueblos ubicados más allá de sus fronteras y ajenos al modo de
vida sedentario y urbano de su civilización.  Aunque el adjetivo se usaba para todos los extranjeros sin
distinción, un examen más atento permite diferenciar los grupos siguientes, de gran importancia en el proceso de invasiones: 

•  Los pueblos iranios de raza blanca, como los alanos, quienes se establecieron en la región del mar Negro.
•    Los tártaro-mongoles de Asia, nómadas de raza amarilla, grupo al que pertenecían los hunos.
•    Los germanos, que conformaban el conjunto más numeroso y heterogéneo.  Comprendían a una gran diversidad de pueblos, como los godos, los sajones, los alamanes, etc.
De estos grupos, eran los germanos los más conocidos por los romanos, ya desde antes de la instauración del Imperio. No habían faltado enfrentamientos entre ambos pueblos, pero existían también relaciones pacíficas y provechosas para ambos: los comerciantes romanos traficaban entre los bárbaros, y a menudo éstos eran requeridos por los emperadores como soldados, a cambio de la cesión de tierras dentro del Imperio.  Sin embargo, a partir del siglo II, y cada vez con más fuerza, los germanos empezaron a presionar en las fronteras romanas, hasta llevar al Imperio a su colapso.
 II. EL ORIGEN DE LAS INVASIONES
Los investigadores han señalado a un conjunto de elementos como responsables de las invasiones: un probable aumento demográfico, el empeoramiento de las condiciones climáticas, el avance de los HUNOS que empujó a los germanos contra Roma. Habría que señalar, sin embargo, otros factores que facilitaron las migraciones:
•    La extrema movilidad de los invasores, dado su modo de vida nómada.
•    La gran habilidad de los germanos en el difícil arte de forjar armas.
•    La crisis política, social y económica del Imperio, sobre todo en el sector occidental.
III. ACONTECIMIENTOS PRINCIPALES
Dentro del proceso de las invasiones, destacan los siguientes sucesos:
•    La derrota de los romanos ante los visigodos en la Batalla de Adrianópolis (378).
•    El cruce del Rin por los vándalos y sus aliados suevos y alanos (406).  Tras devastar la Galia, estos bárbaros invadieron la Península Ibérica (409).
•    El saqueo de Roma por los Visigodos (410), quienes poco antes habían saqueado también Atenas (406). Más tarde, recibieron de Roma el sur de la Galia y España.
•    La invasión de África por los vándalos, expulsados por los visigodos de España (430).
•    Los ataques de los Hunos de Atila, en Oriente primero y en Occidente luego.  Aunque sembró el pánico en la Galia, fue finalmente vencido por una coalición de romanos y germanos en los Campos Cataláunicos (451). Su muerte, ocurrida poco después, impidió la consolidación de su Estado.
•    Un nuevo saqueo de Roma (455), esta vez por los vándalos de Genserico.
•    El destronamiento del último Augusto de Occidente, Rómulo Augústulo (476), a manos del hérulo Odoacro, lo que puso fin al Imperio Occidental.
•    La derrota de Odoacro ante los Ostrogodos de Teodorico (493).  Con esta victoria, éste se adueñó de Italia.
Paralelamente a estos acontecimientos, se establecían otros pueblos germánicos en los territorios del Imperio, como los francos en la Galia y los burgundios en el sur de la actual Francia. En la lejana Bretaña, abandonada por Roma, anglos, sajones y jutos lograron imponerse a los habitantes del país y organizaron un conjunto de pequeños estados.

IV. EFECTOS DE LAS INVASIONES
Es indudable que la irrupción de los bárbaros trastornó irremediablemente el orden romano, al menos en Occidente.  Entre sus consecuencias principales cabe señalar:
-    La inseguridad provocada por el resurgimiento de la piratería y el bandidaje. A causa de esto, los intercambios comerciales colapsaron y provincias enteras quedaron aisladas.
-    El desarrollo de rebeliones campesinas y de movimientos migratorios por parte de los pueblos afectados por las invasiones.
-    El surgimiento de  una nueva realidad política: los reinos bárbaros, y el fortalecimiento de la única institución de carácter universal sobreviviente: la Iglesia Católica.
-    El distanciamiento entre los mundos occidental (germanizado por las invasiones) y oriental (custodio de la herencia romana). Este distanciamiento se agudizó a lo largo de la Edad Media.
-    La romanización de los pueblos bárbaros.